El gusto picante del jengibre reconforta el corazón y anima el alma. El afrutado y ácido sabor del limón refresca la mente y vigoriza el alma. Una pizca de hierba limón, regaliz y pimienta negra añade un ligero y picante dulzor. Siempre deliciosa, esta infusión refresca en verano y entona el cuerpo en invierno. La esencia de esta infusión es: Un nuevo y optimista inicio.